La afición neoyoquina fue humillada por el cuadro de Boston, … una vez más Leer
Cualquier equipo puede tener una mala tarde, pero jamás ante el enemigo histórico. La tarde sabatina fue pintada de rojo ante la masacre que le propinó Boston Red Sox a New York Yankees en su propio estadio por marcador de 12 – 1. El buen momento por el que atraviesa el conjunto de Alex Cora, en combinación con la caída libre que vive el cuadro del Bronx se ha traducido en el octavo triunfo consecutivo de Boston sobre los Yankees en la actual temporada; un marcador acumulado de 48 a 31 en los nueve partidos del 2025.
Sin duda, fue un golpe durísimo para la afición de New York Yankees, donde la tarde sabatina, los Red Sox fueron lapidarios en la última entrada con un marcador favorable de 5 – 1. Sin embargo, no sólo habría que aniquilar al enemigo, sino también humillarlos por lo que se dispusieron a generar un rally de 7 carreras para sentenciar el partido y evidenciar el pésimo momento por el que atraviesa Aaron Boone y todo su equipo a 5 semanas de concluir la temporada regular.
Así como los Yankees demostraron quiénes eran cuando ganaron cinco partidos seguidos contra los modestos St. Louis Cardinals y Tampa Bay Rays, ahora el cuadro del Bronx se comportó como víctimas. La vergonzosa derrota de 12-1 puede convertirse en barrida este domingo, y todo apunta a que así será. La tarde sabatina fue dominada por Garrett Crochet por segunda vez consecutiva. El zurdo permitió una carrera en siete entradas, con 11 ponches, una base por bolas y 5 hits.
El pitcher del Bronx, Will Warren, fue el primero en ser sacudido por la ofensiva de Boston en la tercera y cuarta entrada al permitir dos carreras en cada una. Fue todo para el abridor y a su relevo ingresó Tim Hill, quien sólo permitió una más en el 5o inning. El causante del inicio de esta masacre fue Trevor Story quien se fue de 3-5 con un home run, 3 carreras producidas y dos anotaciones. En la parte alta del noveno episodio, el partido estaba sentenciado, pero faltaban los últimos siete clavos al ataúd de un inoperante Yankee.
Y al igual que en otros juegos de esta serie, los Yankees también fueron derrotados por sus propios errores. Los Yankees tuvieron la oportunidad de volver al juego contra Greg Weissert, cuando Aaron Judge conectó un doblete y Cody Bellinger un sencillo para traer a Giancarlo Stanton, quien había proporcionado su única ofensiva contra Crochet con un jonrón de apertura en la parte baja de la cuarta. Pero Stanton falló y el bateador emergente Jazz Chisholm Jr. se ponchó ante el zurdo Justin Wilson.
El relevista de Yankees, Paul Blackburn, estaba en la lomita. Mantuvo a raya a los visitantes, por lo que se esperaba un cambio de pitcher en la última entrada para tener una oportunidad de remontar. Sin embargo, Aaron Boone lo mantuvo en el montículo, y después de 6 hits con 5 carreras en su contra, el manager neoyorquino se mantuvo pasivo y lo mantuvo en el montículo. Ante el «buen gesto» de Boone, Carlos Narváez conectó un cuadrangular para llevarse de frente a David Hamilton y sentenciar el rally de 7 carreras en la novena, finiquitar el partido, y llevarse la reprobación de su afición.
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