Los Bombarderos del Bronx, con muchos problemas este año en la antesala, han realizado su primer movimiento en el mercado de cambios Leer
Los Yankees renuncian a Eugenio Suárez y firman a un tercera base que genera más dudas que certezas

Era una jugada cantada que los Yankees de Nueva York iban a mover fichas en el mercado de cambios de Grandes Ligas. Nombres notables como Eugenio Suárez, Oneil Cruz, Zac Gallen o Merril Kelly se habían colocado en la agenda de los Bombarderos, pero finalmente el gerente Brian Cashman ha tomado otra dirección.
El primer canje de la temporada para la novena que dirige Aaron Boone no es otro que el antesalista Ryan McMahon, un jugador de 30 años con nueve temporadas de experiencia en los Rockies de Colorado. A cambio, los Yankees enviarán a Denver a los lanzadores Griffin Herring (zurdo) y Josh Grosz (derecho).
Herring es el prospecto número ocho en el sistema de fincas de los Yankees y esta temporada ha dejado muy buenas sensaciones, con efectividad de 1.71 en 16 aperturas por los distintos niveles de Ligas Menores. Grosz, por su parte, ha trabajado para 4.14 en Clase-A durante 16 salidas al centro del diamante.
Con este movimiento, los Yankees refuerzan la tercera base, posición en la que se habían fijado en Eugenio Suárez, uno de los máximos jonroneros de la Liga Nacional. El antesalista es una de las piezas más codiciadas del mercado, pero al parecer los neoyorkinos hubieran tenido que ceder a varios prospectos de alto calibre para hacerse con los servicios del venezolano.
Ante esta situación, Cashman y la gerencia se decantaron por tomar otro rumbo en función de los graves problemas que han tenido en la esquina caliente en 2025.
Los números generales de McMahon en 2025 no son significativos. De hecho, su promedio de bateo es de .214 y su OPS es de .717, sin olvidar que es el bateador que más se ha ponchado (127 veces) de la Liga Nacional. Sin embargo, desde el pasado 7 de junio su línea ofensiva ha mejorado considerablemente, con slugging de .504, OPS de .819 y diez jonrones en 39 partidos disputados para dejar sus totales en 16 vuelacercas y 35 remolques.
En este lapso, casi la mitad de sus imparables (16 de 33) han sido extrabases, mientras ha remolcado 18 carreras y ha anotado 19 con Colorado, un equipo con evidentes carencias en todos los aspectos de juego.
Esta puede ser una buena señal para los Yankees, que no han tenido demasiada suerte con sus antesalistas en la presente temporada. Un total de cinco jugadores han pasado por la posición este año y entre todos exhiben estadísticas discretas: promedio ofensivo de .214, OPS de .645, 11 jonrones y 40 impulsadas.
Lo peor es que todos los antesalistas (Jazz Chisholm Jr., Oswald Peraza, Oswaldo Cabrera y Pablo Reyes) de los Yankees en 2025 han cometido un total de 18 errores. El único que se salva hasta el momento es Jorbit Vivas, que no ha cometido fallas en 21 lances en la posición.
El contraste con McMahon en este sentido es muy notable, porque el hasta ahora jugador de Colorado solo ha cometido seis errores en 276 lances en tercera base. Su promedio defensivo es excelente (.978), con 195 asistencias y 15 facturas de doble play.
A pesar de sus innegables cualidades defensivas, Ryan McMahon genera dudas entre la fanaticada de los Yankees porque la mayor parte de sus éxitos a la ofensiva han llegado en el Coors Field, el reconocido paraíso para los bateadores en Colorado. En realidad, el antesalista ha sido muy terrenal en la carretera, tal cual reflejan las estadísticas.
- En Coors Field: 88 jonrones y 186 extrabases en 517 partidos, con línea ofensiva de .263/.343/.476/.818
- En los demás estadios de MLB: 52 jonrones y 132 extrabases en 493 partidos, con línea ofensiva de .216/.302/.362/.664
Es muy evidente la diferencia y esto genera preocupación, pero el escritor Darragh McDonald ha dejado una explicación ilustrativa en MLB Trade Rumors para tranquilizar a los parciales de Nueva York.
«A primera vista, sus estadísticas pueden sugerir que solo batea en Denver y que se desmoronará con una nueva camiseta. La verdad probablemente sea más matizada. Los lanzamientos se mueven de forma diferente en altura (Colorado) que a nivel del mar (el resto de los estadios) debido a las diferencias en la resistencia o arrastre. Cabe destacar que las bolas rompientes se mueven menos en Denver que en otros parques, por lo que es difícil para los bateadores de Colorado adaptarse constantemente mientras juegan fuera y en casa», apuntó.
Este no es un detalle menor, porque ahora McMahon estará lejos de Coors Field permanentemente y podrá adaptarse a la rotación y movimiento de los envíos rompientes en el resto de los estadios de Grandes Ligas. Con los ajustes pertinentes, puede mejorar y estabilizar su rendimiento en estos nuevos entornos.
Los Yankees están convencidos de que McMahon logrará ajustarse a las nuevas circunstancias, tal cual hizo hace un tiempo otro jugador que fue canjeado de Colorado a Nueva York: DJ LeMahieu. La diferencia en los números de LeMahieu entre Coors Field y el resto de los estadios también era notable cuando pasó a los Bombarderos, pero en sus primeras temporadas en la Gran Manzana tuvo un impacto tremendo, incluido el título ofensivo y el Bate de Plata en 2020.
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