Todo está listo en Montería para acoger, por primera vez en su historia, una cumbre presidencial de alcance internacional. Este viernes 30 de mayo, la capital cordobesa será sede de la reunión de jefes de Estado y representantes de más de 20 países de América Latina y el Caribe, en el marco de la presidencia pro témpore de Colombia en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC).
El evento, liderado por la Presidencia de la República y el Ministerio de Relaciones Exteriores, marca un hecho sin precedentes en Montería y se desarrollará como parte de la Semana del Gran Caribe, que inició el pasado 21 de mayo y culmina con esta cita de alto nivel diplomático.
Además de la cumbre presidencial, se ha realizado en paralelo el encuentro de ministros de Relaciones Exteriores en Cartagena, mientras que la Cumbre de la Asociación de Estados del Caribe (AEC) tendrá lugar por primera vez en suelo monteriano.
Montería, sede estratégica
La elección de Montería como ciudad anfitriona no es casual. Entre los factores que impulsaron esta designación están su crecimiento económico sostenido, los avances en agricultura sostenible, el desarrollo habitacional y su experiencia reciente como sede de eventos deportivos internacionales, como el campeonato suramericano sub-17 de fútbol y torneos internacionales de tenis.
Este evento es visto como una oportunidad clave para proyectar a Montería como una ciudad con vocación internacional, con capacidad logística, institucional y de infraestructura para albergar encuentros de alto nivel.
Seguridad y logística
Para garantizar la seguridad de los mandatarios y delegaciones, se ha activado un plan especial con refuerzo policial y militar, además de restricciones temporales durante los días de la cumbre. La ciudad también recibirá a representantes de medios de comunicación internacionales, lo que contribuirá a visibilizarla ante una audiencia global.
Las autoridades locales, en coordinación con el Gobierno Nacional, afinan los últimos detalles para el recibimiento de las comitivas. Se espera que Montería no solo cumpla con éxito esta tarea, sino que se posicione como un nuevo destino estratégico para el diálogo diplomático en la región.
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