La tensión política dentro del Gobierno del presidente Gustavo Petro aumentó este sábado, luego de una contundente advertencia hecha por el mandatario a través de su cuenta de X (antes Twitter): “Ministro que no firme el decreto presidencial de inmediato se va. El poder presidencial es poder del pueblo”.
El pronunciamiento se da en el marco del proyecto presidencial de convocar una consulta popular, con el fin de someter a votación ciudadana las reformas sociales impulsadas por su administración, que han enfrentado múltiples bloqueos y demoras en el Congreso.
Según información, varios ministros fueron citados de urgencia a la Casa de Nariño después de la 1:00 p.m. para estampar su firma en el llamado “decretazo”. Sin embargo, no todos estarían dispuestos a hacerlo. Mientras algunos se encuentran fuera de Bogotá, otros estarían evaluando con cautela las posibles implicaciones jurídicas, políticas y constitucionales del documento.
La propuesta de consulta popular que ha dividido opiniones tanto dentro como fuera del Gobierno sigue generando controversia. Por un lado, sectores oficialistas la defienden como una forma legítima de hacer valer la voluntad popular ante un Congreso reacio a las transformaciones propuestas. Por otro, críticos y analistas advierten que podría representar un choque institucional, y hasta un uso excesivo del poder presidencial.
La tensión se produce además en medio de recientes decisiones judiciales, como el fallo que ordenó garantizar el derecho de la senadora María José Pizarro a debatir libremente la iniciativa, lo que subraya la sensibilidad del momento político que atraviesa el país.
La situación deja en evidencia fracturas internas en el gabinete presidencial, y abre una nueva fase de incertidumbre sobre el rumbo de las reformas y el equilibrio de poderes en Colombia.
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