La senadora María Fernanda Cabal presentó una nueva propuesta de política de seguridad basada en la participación activa de los ciudadanos, inspirada en el modelo de Seguridad Democrática implementado en décadas pasadas. Su planteamiento incluye la creación de frentes ciudadanos en barrios y territorios, con el respaldo de la Fuerza Pública y un rol más protagónico del Estado para enfrentar el crimen organizado y la delincuencia común.
Entre las medidas sugeridas están la instalación de cámaras comunitarias conectadas a redes de vigilancia, canales seguros de comunicación directa con la Policía, asignación de policías por cuadrantes con encuentros periódicos, y un sistema de incentivos para ciudadanos cooperantes. Además, propone un programa de empleo y formación en seguridad comunitaria para jóvenes líderes.
La iniciativa ha provocado reacciones encontradas: mientras algunos la respaldan como una estrategia para recuperar el orden y empoderar a la ciudadanía, otros alertan sobre el riesgo de estigmatización o vigilancia informal en zonas vulnerables. Cabal aseguró que su intención es que “el ciudadano no sea rehén del crimen ni de la impunidad”, y reafirmó su compromiso con una seguridad construida desde las comunidades.
