El presidente Gustavo Petro suspendió indefinidamente la extradición a Estados Unidos del cabecilla disidente Willinton Henao Gutiérrez, alias “Mocho Olmedo”, para que continúe participando en el proceso de negociación de paz con el Frente 33 de las disidencias de las FARC.
La decisión, formalizada mediante resolución del 20 de junio pero conocida públicamente este martes, impide la entrega de Henao Gutiérrez a una corte del sur de Florida que lo requiere por tráfico de drogas, lavado de activos y concierto para delinquir, presuntamente cometidos entre 2021 y 2022.
“La ley me permite detener extradiciones si hay un avanzado proceso de paz, y avanzado proceso consiste en remover las causas de la violencia: la economía ilícita”, justificó Petro en X. El mandatario condicionó la extradición al éxito del plan de sustitución de cultivos ilícitos en el Catatumbo.
La medida busca que Olmedo contribuya con “aportes verificables y resultados concretos” en la erradicación voluntaria de 25.000 hectáreas de hoja de coca en esta región fronteriza con Venezuela, donde opera su estructura disidente.
La Corte Suprema había avalado la extradición en mayo tras su captura en febrero, pero requería autorización presidencial para ejecutarse. Petro argumentó que la entrega inmediata podría afectar las negociaciones con el Frente 33, una de las pocas estructuras que permanece en la mesa bajo el rótulo “Estado Mayor de los Bloques”.
El Catatumbo vive una crisis humanitaria con más de 90 muertos y 56.000 desplazados por enfrentamientos entre el Frente 33 y el ELN desde enero.
