La NASA ha lanzado una alerta global tras detectar una poderosa tormenta solar que se dirige hacia la Tierra, con el potencial de provocar apagones eléctricos y fallos en sistemas tecnológicos clave. El fenómeno, registrado el 14 de mayo por el Observatorio de Dinámica Solar, corresponde a una erupción solar de clase X2.7, la más alta en la escala de intensidad, acompañada por una masiva eyección de plasma conocida como «Ala de Pájaro», que ya ha causado interferencias en satélites y comunicaciones.
Las tormentas solares de esta magnitud representan un riesgo serio para la infraestructura tecnológica. Estas explosiones de radiación y partículas cargadas pueden alterar el campo magnético terrestre, afectando redes eléctricas, sistemas GPS, comunicaciones por radio y la operación de satélites. Expertos advierten que esta tormenta podría provocar interrupciones en servicios de navegación aérea y telecomunicaciones, y generar auroras visibles en regiones atípicas como el sur de Sudamérica.
La NASA y la NOAA han advertido que se están formando nuevas regiones activas en la superficie del Sol con alto potencial eruptivo. Con precedentes como el apagón en Quebec de 1989 y el histórico Evento Carrington de 1859, los científicos temen que el actual ciclo solar aumente la frecuencia de tormentas peligrosas. Se espera que la actividad continúe en los próximos días, con condiciones turbulentas que podrían escalar a niveles de severidad G2 o más.
