Este martes, en los tribunales de San Isidro, Argentina, comenzó el juicio contra siete profesionales de la salud por su presunta responsabilidad en la muerte de Diego Maradona, ocurrida el 25 de noviembre de 2020. Se espera que el proceso se extienda hasta julio, con la declaración de más de 120 testigos.
Los imputados, entre ellos el neurocirujano Leopoldo Luque y la psiquiatra Agustina Cosachov, enfrentan cargos por “homicidio simple con dolo eventual”, una figura legal que implica que, aunque no hubo premeditación, los acusados eran conscientes del riesgo mortal de sus acciones y no actuaron para evitarlo. De ser hallados culpables, podrían recibir penas de entre ocho y 25 años de prisión.
Maradona falleció a los 60 años debido a una crisis cardiorrespiratoria mientras cumplía una internación domiciliaria en su residencia de Tigre, tras una cirugía por un hematoma en la cabeza. La autopsia determinó que la causa del deceso fue un “edema pulmonar agudo secundario a insuficiencia cardíaca crónica agravada”. Además, informes médicos revelaron que padecía diversas patologías, incluyendo problemas renales, hepáticos, cardíacos, deterioro neurológico y dependencia de psicofármacos y alcohol.
A las afueras del tribunal, decenas de seguidores del astro argentino se congregaron con banderas y pancartas exigiendo justicia. Durante la audiencia, el fiscal Patricio Ferrari sostuvo que los acusados “aumentaron el riesgo permitido para generar la muerte de Maradona, resultado que se representaron y al cual fueron absolutamente indiferentes”.
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