El nuevo gravamen entrará en vigor este jueves, apenas horas después de que la administración Trump implementara aranceles que afectan a casi 60 países
En una rápida respuesta a las medidas de Washington, Pekín anunció un arancel del 84% sobre las importaciones estadounidenses, agudizando la guerra comercial entre las dos mayores economías mundiales. El nuevo gravamen entrará en vigor este jueves, apenas horas después de que la administración Trump implementara aranceles que afectan a casi 60 países, incluida China, cuyas tasas acumuladas alcanzan el 104%.
La Comisión Arancelaria del Consejo de Estado chino declaró en un comunicado oficial que “la escalada de aranceles de Estados Unidos sobre China es un error tras otro, que infringe gravemente los derechos e intereses legítimos de China y daña seriamente el sistema de comercio multilateral basado en reglas”.
Pero el gobierno chino no limitó su respuesta a los aranceles. El Ministerio de Comercio implementó controles de exportación sobre 12 empresas estadounidenses y añadió otras seis a su “lista de entidades no fiables”, lo que les prohíbe comerciar o invertir en territorio chino.
Paralelamente, Pekín elevó una queja formal ante la Organización Mundial del Comercio por las nuevas imposiciones arancelarias norteamericanas, buscando una resolución multilateral al conflicto.
Analistas económicos advierten que esta escalada podría desestabilizar aún más las cadenas de suministro globales, ya afectadas por disrupciones post-pandemia, y potencialmente aumentar los precios para consumidores en ambos países, complicando los esfuerzos contra la inflación tanto en Estados Unidos como en otras economías dependientes del comercio sino-estadounidense
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